miércoles, 19 de abril de 2017

La Odisea

1. Resumen.
     La Odisea es un poema épico compuesto por 24 cantos, en los cuales se narra la vuelta a casa de Odiseo (o Ulises). Este pasa por muchas calamidades debido a los impedimentos que los dioses le imponen, porque están molestos con la actitud que demuestra tener durante su largo viaje de vuelta a su reino y hogar, Ítaca. Allí le aguarda su mujer Penélope junto a su hijo Telémaco, mientras decenas de pretendientes consumen los bienes de la familia durante su estancia en el palacio, alegando que Penélope debe desposarse con alguno de ellos. Mientras, Odiseo avanza en su viaje usando la mejor arma de la que dispone, su astucia. Gracias a ella, además de la ayuda provista por Atenea, hija de Zeus, consigue escapar de los continuos problemas a los que ha de enfrentarse. Para esto, planea diversas artimañas y engañosos discursos de los que se vale para conseguir sus objetivos.

     Durante su viaje de vuelta a Ítaca llegan a la isla de la hechicera Circe, que le dice que debe bajar al Infierno para que Tiresias le indique el camino seguro hacia su hogar. Odiseo la escucha y parte hacia el destino que Circe le ha indicado y Tiresias le profetiza que conseguirá llegar a casa pero con mucha dificultad.

     Existe la creencia general de que esta obra fue redactada en el siglo VIII a. C. en los asentamientos que tenía Grecia en la costa oeste del Asia Menor (actual Turquía asiática), a partir de la tradición anterior (poemas cortos y de peor calidad, personajes y motivos populares).

2. Personajes. 
Los personajes más relevantes que aparecen en el relato son los siguientes:
  • Odiseo: Es el héroe que trata de regresar a su patria, Ítaca, de la cual es el rey, y en el camino le suceden numerosas desgracias que se lo impiden. Su esposa es Penélope, su hijo es Telémaco y su padre es Laertes.
  • Penélope: Es la esposa de Odiseo y reina de Ítaca. Le espera durante 20 años. Su hijo es Telémaco.
  • Telémaco: Es el hijo de Odiseo y Penélope y el príncipe de Ítaca. Parte hacia otros lugares cercanos a Ítaca para saber de su padre.
  • Atenea: Es la diosa de la guerra, civilización, sabiduría, estrategia, de la justicia, de la habilidad y de las ciencias. Es hija de Zeus. y ayuda a Odiseo en casi toda su aventura.
  • Pretendientes: Son muchos y esperan casarse con Penélope para poder ser reyes de Ítaca. Son asesinados al final por Odiseo y por Telémaco.

  • Poseidón: Es el dios de los mares y de los terremotos. Está en contra de que Odiseo regrese a Ítaca y se opone tanto que le sitúa todo tipo de obstáculos en su camino de regreso.
  • Néstor: Rey de Pilos y combatiente junto a Odiseo en la Guerra de Troya, le transmite a Telémaco información sobre su padre.
  • Menelao: Es el rey de Lacedemonia. Combatió junto a Odiseo en la Guerra de Troya. Helena: Es la mujer de Menelao y la causa* de la guerra entre Troya y los Aqueos. 
*Paris era hijo de Príamo, rey de Troya, y de Hécuba. Fue abandonado y criado por un pastor, pero después volvió al seno familiar, cuando su hermana Casandra lo reconoció. Tras esto, Paris siguió su vida de pastor en el monte Ida, en Asia Menor, donde atendía el ganado de su padre. Allí se le acercaron Hera, Atenea y Afrodita para pedirle que fuese juez en la competición de belleza establecida entre ellas. Las diosas trataron de sobornarle con las más extravagantes promesas. Hera le prometió poder, Atenea, éxito en la batalla, y Afrodita, a la mujer más bella del mundo. Finalmente, no le fue difícil tomar una decisión y darle el premio a Afrodita. El problema era que la mujer prometida, Helena, ya estaba casada con el rey de Esparta, Menelao. Paris llegó a Esparta por mandato de su padre y fue recibido calurosamente por el rey. Bajo la influencia de Afrodita, Helena se enamoró de su invitado y cuando Menelao tuvo que partir hacia Creta para el funeral de su abuelo, Paris se llevó a Troya a su esposa. Una vez allí se casó con Helena sin la aprobación de la mayoría de sus habitantes, que veían en estos acontecimientos un peligro maligno que podía perjudicar a la ciudad.

3. Ubicación, características, zonas y funcionamiento del Inframundo. 
En el final del canto X y en el XI Homero sitúa la región del Hades en alguna zona externa, que no se encuentra en la tierra conocida. Odiseo tuvo que navegar en barco, guiado por el viento de Bóreas* hasta llegar al fin de los mares y océanos terrestres, llegando al gran río Océano, que circundaba la ecúmene** y que separaba el mundo de los vivos del de los muertos.

La ecúmene
Para la mitología clásica, los Infiernos eran la morada de todos los muertos, a diferencia del Infierno de los cristianos, que consideran que este es un lugar de castigo reservado a los malvados. Los griegos designaban el Infierno como “el Hades” (porque Hades era quien reinaba sus dominios, junto a Perséfone, la cual era su esposa) o “el Erebo” (las tinieblas). La palabra “Hades” en la Odisea es la empleada para designar el dominio de Hades. En los mitos griegos de Homero y los pre-homéricos, el Hades es descrito como un reino tenebroso, de difícil acceso, oscuro, sin apenas luz solar, pantanoso, de aguas*** estancadas y malolientes, lóbrego, frío y triste, «poco apetecible hasta para un difunto» y que recibe a lo largo de la obra distintas denominaciones, tales como: «El lóbrego ocaso», «el lugar sin contento», «la tierra sombría», «las mansiones tenebrosas del Hades».
* Viento que sopla del norte y que anuncia el invierno.
** La ecúmene es la tierra conocida por una cultura. En aquel momento, se consideraba que el cielo cubría tan sólo esta parte del mundo, mientras en el resto reinaba una noche eterna y terrorífica.
*** Aquí, el agua está asociada, sin duda, a la putrefacción y a lo muerto.

La ecúmene

En la mitología griega el mundo subterráneo constaba de cuatro regiones, aunque en Homero no hay una división tan detallada como se ve en otros autores y mitos y en la propia Odisea no se mencionan zonas como el Tártaro o los Campos Elíseos que luego quedarán reflejados en otras obras de la literatura griega. Por tanto, en la obra como tal nos encontramos solamente la mención de:
  • Erebo: En esta zona se encontraba el palacio de Hades y Perséfone, hija de Deméter, y en la Odisea se describía como el primer lugar por donde debían pasar los muertos en su camino hacia el mundo subterráneo. En esta zona se encontraba el nexo místico que permite el acceso al Hades, junto con las Erinias o Furias, la Muerte y las sombras infelices cuyos cuerpos no habían recibido los honores de la sepultura. En la Odisea, es el lugar adonde llegó Odiseo y de donde surgieron los difuntos con los que conversa. 
Los ríos del Hades
  • Campos de Asfódelo o resto del Hades: El resto del infierno, donde nos encontramos a todas las almas sin orden ni distribución establecidas y sin una división clara. La primera mención que se hace de esta zona como campos o prados de Asfódelo es en los versos 538, 539 y 540 donde se habla de Aquiles: “Así dije; y el alma del Eácida, el de pies ligeros, se fue a buen paso por la pradera de asfódelos, gozosa de que le hubiesen participado que su hijo era insigne” y poco después se vuelve a mencionar al hablar del juicio de Minos, en los versos 572, 573, 574 y 575, donde se habla de Orión: “[…] perseguía por la pradera de asfódelos las fieras que antes había herido de muerte en las solitarias montañas, manejando irrompible clava toda de bronce.” 
Aquí surge una divergencia, y es que, de no tener la cita de Aquiles, podríamos interpretar que la primera aparición del término asfódelo en la posible interpolación a partir de la mención de Minos es para dividir las almas de las que se habla del resto de las del Hades. Como vemos, se habla de Titio, Tántalo y Sísifo, los cuales, a pesar de que no sea explícito el que sea un “castigo” lo que están sufriendo, sí están relacionados con los dioses. Sin embargo, antes se habla de Aquiles, el cual es a la vez un personaje relacionado con dioses (Tetis) y mortales, directamente con Odiseo debido a los acontecimientos de la Guerra de Troya. Es por estos dos factores que no podemos determinar con certeza que los campos de Asfódelo se refieran a una zona exclusiva del Hades para aquellos relacionados con los dioses o que todo el Hades sea esa zona dentro del cual se encuentran esos personajes.

En el canto anterior también encontramos mención de varios cursos de agua: el Flegetón, el Cocito, el Aqueronte y la laguna Estigia, que confluyen todos en la roca del Erebo. Sin embargo, sólo se mencionan y no encontraremos información más detallada sobre ellos hasta la Eneida.

4. Personajes en el Inframundo. 
Como introducción a los datos sobre Hades debemos precisar que no aparece en este pasaje de la Odisea, sino sólo la mención a su reino. 
  • Hades: también llamado Plutón, era el dios del mundo subterráneo y dios de la abundancia. Además, era el hermano de Zeus y Poseidón. Al contrario de lo que algunos piensan, Hades no es el dios de los muertos, ya que esa es la función de Tánato que habita el reino de Hades junto con su hermano Hipnos. Aunque se le representaba como un dios de faz oscura, Hades fue siempre un dios bueno y justo, que tenía una serie de normas estrictas que raramente infringía (y sólo en contra de sus deseos). Los dioses olímpicos, al igual que los humanos, le temían y le rechazaban, por lo que no era bien recibido en el monte Olimpo.
  • Las Erinias: a veces llamadas furias, también se encontraban en el mundo subterráneo, aunque no se detalla en la obra. Las Erinias eran criaturas aladas con aspecto de ave y serpientes en la cabellera, que manejaban un látigo y arrojaban fuego para torturar a los que habían matado.
  • Las almas: Son los habitantes del Infierno y son inmateriales, pero tienen la imagen del cuerpo que poseían antes de fallecer, son como una especie de espectros que no conservan su anterior conciencia, y por ello simplemente deambulan de un lado a otro por las oscuras regiones. Entre ellos no existen clases sociales ni rangos, ya que todos llegan al mismo destino de la misma manera, en un corto viaje vertical que resulta casi instantáneo. Su «existencia» es insustancial, penosa y eterna, ya que se dedican a vagar sin sentido. Son sombras desprovistas de intelecto, exhaustas, sin memoria, intangibles y sin objetivos.
    A lo largo del relato son descritos con diversos apelativos, como por ejemplo: «cabezas sin brío», «sombras que pasan» o «inertes cabezas». Pero a la vez, muchos de ellos responden a las preguntas de Odiseo con claros signos de conservar sus recuerdos y conciencia anteriores y razonan e intercambian opiniones con Odiseo. Puede que sea porque al beber la sangre de los animales sacrificados, ésta actúa como símbolo de vida y es capaz de devolver el recuerdo y el intelecto a los muertos de forma temporal. Como hemos dicho antes, son seres intangibles; sin embargo, son capaces de alimentarse de algo material como es la sangre e incluso son atemorizados por un objeto tangible, el cuchillo, que en teoría no puede causarles daño.
  • Tiresias: Fue un adivino ciego de la ciudad de Tebas y uno de los más célebres de la mitología griega. Existe la posibilidad de que su ceguera fuera causada por la diosa Atenea, que lo castigó por haberla sorprendido mientras se bañaba, o por la diosa Hera, por una disputa sobre el placer sexual que sentían las mujeres y los hombres, aunque en ambos casos le fue concedido en compensación el don de ver el futuro.
  • Aquiles: Hijo de Tetis y Peleo y combatiente en la guerra de Troya, donde muere. En el Hades habla con Odiseo sobre su hijo Neoptólemo, para saber si participó en las batallas o si de lo contrario no acudió.
  • Minos: Hijo mortal de Zeus, se encarga de impartir justicia en el Hades.
  • Orión: Hijo de Posidón y Euríale, se encuentra en los Campos de Asfódelo cazando las bestias que en vida había herido de muerte.
  • Titio: Hijo de Gea, en los Campos de Asfódelo unos buitres le comen el hígado porque intentó violar a Leto, amante de Zeus.
  • Tántalo: Hijo de Zeus y Pluto, en los Campos no puede ni agacharse para beber ni alzar la mano para coger los frutos de los árboles, porque en vida reveló secretos de los dioses, negó la divinidad de Apolo, raptó a Gamínedes, ofreció a su hijo como banquete para los dioses y, cuando ocultó el mastín de oro robado por Pandáreo, negó tenerlo cuando éste se lo pidió.
  • Sísifo: Hijo de Eolo y Enareta, en los Campos debe subir una pesada roca por una colina sin poder nunca llegar a la cima, porque trató de engañar a Hades y evitar volver al Inframundo una vez muerto.

5. Odiseo a través del Hades. 
Como resulta lógico, es imprescindible viajar para llegar hasta el punto de encuentro con los difuntos, pues estos no aparecen en cualquier sitio por invocación, sino que Odiseo debe trasladarse hasta su morada. Este tránsito se realiza por mar y por tierra. Cuando Odiseo y sus compañeros desembarcan en lo que consideran el límite de las aguas prosiguen a pie hasta dar con el lugar indicado con anterioridad por Circe, el Erebo.

Como sabemos, la entrada al Hades está terminantemente prohibida para cualquier ser que posea vida. Odiseo fue capaz únicamente porque Circe así lo quiso, y gracias a la nave y a los consejos que esta le propició. Odiseo pudo observar una extensa ribera donde se encontraban los bosques de Perséfone, con chopos inmensos y sauces que dejaban frutos muertos. Allí atracó el barco a la orilla del Océano y marchó al Erebo a realizar su tarea.

Odiseo realiza todo lo que la hechicera Circe le ordenó para poder escuchar la predicción del adivino Tiresias y para así lograr llegar a su hogar cuanto antes. En el Erebo tuvieron lugar una serie de ofrendas y libaciones a los muertos en las que usaron sangre de animal y agua pura*, esto atraería a los muertos y entre ellos estaría Tiresias. Aunque debemos tener en cuenta que la figura del vivo es incompatible con la de los espectros, por ello siempre hay una distancia física pues resulta imposible que puedan tocarse. Durante la espera Odiseo no puede permitir el contacto con la sangre de los animales sacrificados hasta no haber encontrado a Tiresias, quien le indicará la manera segura de regresar a Ítaca.
* En este caso, el agua connota cierto poder purificador y se vincula el agua con el surgimiento de la vida. 


Odiseo y Tiresias

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