Toda cultura establece un lugar destinado a los fallecidos. En sus principios, la mitología griega no hace una división del Infierno según las acciones de los muertos que allí se presentan. Sin embargo, podemos ver cómo a partir de aportaciones orales de las distintas culturas o pensamientos de los aedos que transmitían estos poemas épicos, se van añadiendo detalles a este peculiar emplazamiento denominado Infierno. De esta manera, se incorporan nuevos personajes y zonas, una para los bienaventurados y otra para los condenados. Así, en la mitología griega esto se concibe como una suerte de justicia divina que tiene como objetivo mantener el equilibrio universal.
El Infierno fue un tema que ha preocupado mucho desde tiempos primitivos, prácticamente desde los orígenes del ser humano, e incluso lo sigue siendo a día de hoy. Esta importancia se refleja también en poemas épicos con una geografía, unos personajes y una descripción del lugar en el cual residían las almas.
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